domingo, 15 de enero de 2012

Ya se acaba el día...

En estos últimos días he experimentado algunas crisis de ansiedad, todavía no las explico. Pero hay días en los que no puedo estar en lugares con mucha gente, no aguanto el ruido ni las discusiones, que ocurren en cada reunión familiar. He estado relativamente bien, me siento tranquila, y logro llegar a estar feliz en algunas situaciones. Pero en algún momento empiezo a sentir que todo lo que veo se va desvaneciendo, me cuesta concentrarme y escuchar a las demás personas. Siento como si la realidad, lo que veo fuese una película que veo mientras todo está oscuro. Tengo que regresar de ese universo paralelo que me jala cada cierto tiempo. Quiero sentir la realidad, sentir el viento en mi cara, escucharte hablar y escuchar la música que sale de los parlantes. Pero a veces todo me cuesta tanto, me pierdo, me consumo y no hay forma de volver.
Todo esto que siento debo aprender a manejarlo de alguna forma, esa ansiedad que me carcome el estómago. Por eso, mañana que empieza la semana, lo haré fresca y con ganas de saltar de la puerta y entrar en la jungla de la ciudad. Hoy he decidido no llorar más en mi cuarto con la luz apagada. Es hora de prender la luz y jugar con los colores que emite mi imaginación, hoy es hora de soñar.

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