miércoles, 28 de diciembre de 2011


Qué está pasando con mi vida? No sé qué hacer, esta sensación de vacío me carcome el estómago y los intestinos. Siento que no tengo futuro, mi único futuro yace en una navaja, deslizándose por mis brazos y piernas; dejando caer la sangre por el suelo. No tendré remedio? Por qué soy así. Necesito de algo que me suba el ánimo constantemente, alguna droga que me libere.. Ahora creo que me van a encerrar en ese club para personas mayores, en el que en algún momento de mi vida me dio esperanza, pero ya no tengo salvación, la muerte, pienso en ella constantemente. El sentir de caer al vacío, el sentir que mis músculos ya no reaccionan ni sentir mis extremidades. Loca me llamaron hoy, soy loca, lo sé, no tengo salvación. Qué es ser loca? No sentir igual las cosas que los demás? Necesito algo que me haga sentir diferente, que me eleve. Extrañaré a mi familia, las mañanas los domingos en los que espero que mis padres regresen de misa y esos almuerzos que me hacen sentir en casa, el calor de mi madre todas las noches junto a ella rogándole por cariño. Qué siento? Un dolor en el alma indescriptible, las lágrimas corren por mis ojos mientras escribo. Esto es un adiós al mundo. 




Esto no estoy segura si lo escribí este año o el año pasado. Es muy negativo, lo sé. Mi mente estaba luchando por no sentir esas emociones tan fuertes. Mi trastorno, porque lo tengo, es algo con lo que he batallado los dos últimos años. Es algo que me ha hecho aprender muchas cosas. He vivido momentos muy difíciles y algunos de ustedes lo saben. Pero puedo decir que he sobrevivido. Sí, todavía hay muchas veces en las que caigo, pero puedo decir que me he vuelto a levantar y se que caeré de nuevo; pero lo que me da esperanza es que cada día puedo decir que puedo empezar todo de nuevo. Hay muchas personas que me han apoyado y gracias a ellos estoy aquí. Se que los he hecho sufrir, pero muchos de ellos siguen aquí conmigo. Hoy puedo decir que estoy más viva que nunca y con mas ganas de vivir. Casi, porque no totalmente he aprendido a manejar mis emociones, porque todavía me ganan muchas veces. Tengo que estar agradecida por todo lo que tengo y todo lo que me es posible disfrutar, las cosas pequeñas, la música que llenan mis oídos, los abrazos de mi mamá, el papel en el que hago trazos con mi lápiz y el aire que entra en mis pulmones. Todo gracias al más grande, al que hace que todo suceda y siempre sucede con alguna razón

1 comentario:

  1. Tendemos a subestimar nuestra fuerza cuando estamos en medio de una tormenta, nos pensamos débiles, frágiles y temerosos.

    Más no lo somos.

    Cuando la tormenta ha terminado de azotarnos, ya sentadas en el pavimento, nos damos cuenta que no lo somos.

    Nos paramos, miramos a ambos lados y divisamos muy a lejos como rápidamente se va largando la tempestad que nos atormentó y volvemos a caminar.

    Ya sabemos que no nos atolondrará más, ya no.

    Vemos nuestras manos, nuestros pies, nos tocamos el pelo, estamos completas.

    No volverá, no dejaremos que vuelva.

    Faride, tu amiga por toda la vida.

    ResponderEliminar